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CASA IKIGAI

IKIGAI es una vivienda turístico rural concebida como espacio y ayuda para el descanso, la paz, el silencio, la amistad, el encuentro, el descubrimiento y admiración de la naturaleza… y el disfrute de la vida cada día que estés en ella.

IKIGAI es una palabra japonesa compuesta por “iki”, que significa “vida”, y “gai”, que se refiere a “lo que una espera o desea”. En la cultura y filosofía nipona IKIGAI es el arte de vivir más y mejor: o sea, expresa lo que esperamos, deseamos y nos proponemos en la vida, la gozosa realización de lo que anhelamos en lo más hondo del ser y nos hace felices en nuestro caminar diario. Tiene mucho que ver con la pasión, la vocación, la misión, la profesión vistas y vividas como realidades interconectadas que se enriquecen mutuamente. Y, también, con el descubrimiento y cultivo de aquellos campos, a veces escondidos, en los que somos buenas, nos ilusionan, estimulan, desarrollan y nos hacen sentirnos útiles dando, satisfactoriamente, lo mejor de nosotras a los demás y a nosotras mismas.

La vivienda rural IKIGAI, por su situación en un valle recóndito, pequeño, hermoso y no contaminado, como es el Valle de Lana, y en un pueblo, Viloria, donde todavía se oye el rumor de la naturaleza y se percibe el olor de las ancestrales carboneras, es un espacio que invita al descanso y a abrir todos nuestros sentidos. Está asentada en lo más alto del pueblo con unas vistas de ensueño, al lado de la imponente crestería caliza de la sierra de Santiago de Lokiz. Los cambios de clima y de color en el paisaje a lo largo de las estaciones, la hacen muy atractiva y digna para repetir la experiencia más de una vez, descubriendo nuevas y sorprendentes novedades.

IKIGAI es una casa solariega del siglo XVII totalmente reformada. A su lado tiene el famoso frontón de la película “Tasio” (sobre la vida de los carboneros) de Montxo Armendáriz. En su interior encontrarás espacios y herramientas para tener una agradable estancia

¡Ojalá estos días en ella te ayuden a descansar y disfrutar, a descubrir y hacerte consciente de las posibilidades inéditas que hay en ti y, así, alcanzar un poco más de plenitud, gozo y libertad! ¡Ojalá la vivienda rural IKIGAI sea una ayuda para tu IKIGAI!

¡BIENVENIDO! ONGI ETORRI!